martes, 29 de abril de 2025

POR LAS RAMAS

 


I

—Huir de las formas, 
encontrar y perder 
la fe. Aunque no se crea, 
se trata de creer, no 
de sufrir, que cansa 
como chupar clavos, lamer 
lo que no sacia, roer 
las astillas, la gran 
obra



II


—No se dijo o no se quiso 
decir esa palabra, un canto 
rodado, como una piedra 
en el zapato, o una fruta 
pasada, agria la boca, 
la fortuna. Cantar para sí 
porque sí, la voz baja, 
el pudor de no decir 
nada



VI



—¿Llamar a las cosas
por su nombre?¿Como si
la distancia fuera río y no
hay que decir lo que se puede, tener
lo que se tiene, las palabras
erradas? ¿La verdad?
¿La verdad a medias, 
a medida? Desbocarse por
mesura



X

—El relato sucede 
en algún lugar, un tiempo. 
Usa verbos que van, o vienen, de 
un tiempo a otro. Como si afuera 
una materia, una sustancia 
imperceptible, o susceptible de 
pasar entre, o traspasar, las palabras, 
se pudiera tocar. Como 
si hablar no fuera una tarea 
esquiva, inestable, confinada 
al presente



XXIII


-El instante que va de la quietud 
al movimiento. Ese pliegue 
que arruga el gesto, anuncia el fin 
de la tormenta, trae el sonido 
de alcantarilla, el gorgoteo 
que desemboca en risa.
Ese segundo paga 
todo lo demás



XXIV

—¿Es amor? Alguien lo pregunta 
ante el encuentro que pide pero no 
exige lo mismo. La amistad 
es un gesto mínimo; un adjetivo 
posesivo o un pronombre ostentoso 
puede ser fatal. No hay fórmula. Sí 
forma. Una figura entre dos, un estar 
en un sitio y extender la mano o 
la voz hasta sentir 
tibieza



XXV

-Cada una de las partes se divide 
o, mejor, se multiplica. No existe 
centro, aunque sí, tal vez, un 
claro. Lo que oculta siempre 
invita a perderse en la selva 
de la respuesta; a irse 
por las ramas


(Del libro homónimo,
Ediciones en danza, 2023)

Gabriela Franco



Gabriela Franco nació en Buenos Aires en 1970. Licenciada en Letras por la Universidad de Buenos Aires, es poeta, docente y editora. En poesía, publicó las plaquetas Calle (en coautoría con Daniela Fiorentino, Ediciones del Diego, 1999) y Piedras preciosas (Zorra, 2006); y los libros Los que van a morir (2007), Modos de ir (2013) y En orden de aparición (2019), los tres editados por Ediciones en Danza. Sus poemas fueron incluidos en varias antologías, como Felicidades también (18 poetas), Poetas argentinas (1961-1980), Atlas de la poesía argentina II y Antología federal de poesía, entre otras. Compiló los volúmenes de poesía Plantas (2017), Animales (2020) y Alcoholes (2020), y, junto con Eduardo Mileo y Javier Cófreces, preparó las antologías Última poesía argentina (2008) y Primeras poetas argentinas (2009 y 2019). Junto con Sergio Olguín editó la antología Perón vuelve. Cuentos sobre peronismo (Tusquets, 2021). Desde 2017 dirige la revista Por el Camino de Puan de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA. Ha colaborado en distintos medios y ha coordinado talleres y ciclos de poesía. Su libro Por las ramas recibió el Primer Premio Nacional de Poesía Alfonsina Storni (2022).



domingo, 27 de abril de 2025

EL HOMBRE DEL CODO EN LA VENTANA

 


Ovnis y fantasmas

Ah el tinte rosado 
de la estación de trenes
al caer el sol.
     
Penetrada de desierto,
ampara el deterioro de rudos mecanismos,
trenes de carga con olor a vacas,
un olor brusco a amoníaco.

Un objeto celeste no identificado vuela sobre el cielo 
     traza una cansina semicurva,
se detiene casi, flota,
y arranca de nuevo a gran velocidad.

Es probablemente una garza del lodazal cercano
donde crecen juncos tacuaras hierba lánguida.

A los pocos espectadores de la hora
—¿una nena que mira por una ventana,
un peón que se demora 
en la puerta del taller ferroviario?—
le da lo mismo qué cosa es para sí el objeto:
pato, ovni o gallareta;
es otro fantasma de la naturaleza que decae,
enternecida por el sopor de invierno,
el rosado de las paredes como el del horizonte, 
los galpones,
la blanda mugre que exhala 
desde los vagones,
la quietud casi absoluta de un tiempo 
vacío y legendario. 



El Maelström

Ah cuando después de años ella
encontró la suavidad aún del cuerpo de él
envejecido, en el implacable remolino
que nos lleva hacia abajo,
en vueltas concéntricas que nos arrebatan
pedazos, unas caras, unas palabras, 
el verano y el dulce invierno,
siempre hacia abajo,
y nos devuelve entre pedazos de madera, 
de diarios, envases amarillos de plástico, 
platos en la pileta, cáscaras, nada.

Pero el cuerpo tan profundo 
en su instantaneidad,
tan hondo en vida pasada, 
ese calor, le parecieron a ella
una revelación del contenido del amor, 
de su abismal humanidad, de los sentidos 
que nos permiten llegar a un latido olvidado,
como a casas y brasas, un rosal, una higuera.



Haiku

Ojos de gatos
En el otoño austral
Brilla la noche



Las enseñanzas del maestro 

Si el maestro está instruyendo sobre el recto proceder
y un pajarito canta en la ventana su dulce canción,
¿debo escuchar al pajarito o al maestro?, preguntó el discípulo.
“Juega en la nieve”, respondió el sabio



Dinastías

Volaban papeles en remolino en torno
del coronel Cañones —en el otro cuarto
Isidoro exhalaba su aliento a whisky
sobre la almohada—;
el amanecer en la urbe
lo distrajo de un pensamiento:
el desierto
inconmensurable abierto*
donde todo ocurría a lomo de oveja,
carne del desierto.
El sol del desierto, el indio
corriendo a los marcianos con una alpargata,
o esa vez en que trémulo de pavor se pensó bravo
y acometió feroz ** contra los chinos
o quizá eran coreanos, 
—o japoneses—,
que iban a instalar una bomba atómica en el Chubut.
Jamás, se dijo, mi sable se manchó de sangre
y dormitaba en el cuarto de huéspedes 
de la estancia del cacique, y sin embargo,
¿qué culpa es ésta? ¿este bajo fondo del heroísmo?
este arrabal del planeta recorrido por el tornado 
     de mi remordimiento.
Patoruzú ha ganado la batalla, su tierra 
se asienta sobre un imperio sumergido,
dinastías de bronce y barro, tangos bailados en ojotas...
Sin embargo, me come el corazón una deuda…
Luz es lo que la gente necesita, luz y viento, eso solo 
en la vida, efímera, circunstancial, hueca, 
para que en ella soplen canciones y fantasmas.

* La cautiva, Esteban Echeverría.
** Sonetos medicinales, Glosa de Almafuerte.



El hombre del codo en la ventana

Evocaba a Hölderlin:
‘Hay una oscura armonía en las cosas.’

En la sombra
meditaba acerca de la luz 
Y se decía:
“La especie libra rencillas todo el tiempo,
Basta observar el transito vehicular,
Los rostros encendidos, los ojos ofuscados,
pero mira desde lo oscuro el estallido
de la vida”.

“De otra suerte, muere en uno,
y no tiene espacio para celebrarla.
Cara al sol mueren los fascistas, 
los higos y las naranjas.”

Un segundo después el mundo caía 
en un torbellino
de negocios subterráneos,
compras de votos, disputas estentóreas,
gargantas rotas,
ruina de las familias.

(Del libro homónimo,
Barnacle, 2025,
Envío de Alberto Cisnero)
Jorge Aulicino




Jorge Aulicino. Poeta y periodista argentino. Nació en 1949, en la ciudad de Buenos Aires. Integró, a comienzos de los años 1970, el taller literario Mario Jorge De Lellis, uno de los lugares desde los que se llevó a cabo el replanteo general de la corriente coloquialista de los 60. Fue integrante del consejo de dirección de Diario de Poesía entre 1987 y 1992, publicación influyente en el ámbito poético porteño, de la década de los 80.Trabajó en agencias de noticias y revistas y, durante 28 años, en el diario Clarín. Desde 2005 hasta 2012 fue editor de la revista de cultura Ñ. Colabora en la revista digital Op. Cit. y en Periódico de Poesía de la Universidad de México.  Fue Jurado del Premio Nacional de Literatura en 2004; y, en 2015 recibió el Premio Nacional de Poesía.  Es traductor de poesía italiana e inglesa.  Publicó, entre otros, los libros de poesía La caída de los cuerpos (el lagrimal trifurca, 1983), Paisaje con autor (Último Reino, 1988), Hombres en un restaurante (Libros de Tierra Firme, 1994), Almas en movimiento (Libros de Tierra Firme, 1995), La línea del coyote (Del Dock, 1999), Las Vegas (Selecciones de Amadeo Mandarino, 2000), La luz checoslovaca (Libros de Tierra Firme, 2003), La nada (Selecciones de Amadeo Mandarino, 2003), Hostias (Del Dock, 2004), Máquina de faro (Del Dock, 2006), Cierta dureza en la sintaxis (Selecciones de Amadeo Mandarino, 2008), Libro del engaño y del desengaño (Ediciones En Danza, 2011), El camino imperial. Escolios (Ruinas Circulares, 2012), El Cairo (Del Dock, 2015) . En 2015 recibió el Premio Nacional de Poesía. En 2016. publicó en Ed. Bernacle: Corredores en el parque y Mar de Chukotka (Ediciones del Dock, 2018).  Publicó su poesía reunida hasta 2011, que incluye dieciséis libros, bajo el título Estación Finlandia (Bajo la Luna, 2012)."El río y otros poemas"(2019) En 2020 publica su "Poesía reunida" 2020/1974, en Ediciones en danza,2020; "Un poeta Griego huye de Londres","El libro de los lugares sagrados", Barnacle, 2022 y El capital-La lírica",Barnacle, 2024. Tradujo, entre otros, a Pier Paolo Pasolini, Cesare Pavese, Franco Fortini , Antonella Anedda y Biancamaria Frabotta . En 2011 apareció su traducción de Infierno de Dante Aligheri y en 2015 la traducción de los tres libros que componen La Divina Comedia.  Su blog Otra Iglesia es imposible es ineludible cuando se habla de poesía en la red: ya sea en nuestra lengua o en lengua extranjera y lo administra desde 2006. Allí, se encuentran digitalizados la mayoría de sus libros. Integra, junto a los poetas Alberto Girri, Joaquín Giannuzzi, Ricardo Zelarrayán, Héctor Viel Temperley , Juan L. Ortiz, Osvaldo y Leónidas Lamborghini,  la constelación que influyó en los poetas argentinos de la "generación de los 90", sobre todo en aquellos en los que la crítica tomó como referentes (Y en otros, también).


IMAGEN: Fotografía del autor por José Manuel Campos. Portada de su Poesía reunidaEdiciones en Danza, 2020.

Pueden LEER más poemas, ensayos y textos en entradas anteriores del autor.



viernes, 25 de abril de 2025

EL BÚHO DE MINERVA LEVANTA VUELO AL ANOCHECER

 


"El búho de Minerva levanta vuelo al anochecer..."
Friedrich Hegel, 1820.


La búsqueda de la sabiduría 
anima la pasión de la humanidad

La pesquisa comenzó con los griegos 
cuando amanecía Occidente

¿Hay un principio que ordena 
la multiplicidad circundante?
¿Cómo encontrar la virtud 
en la oscilación del justo medio?

Son preguntas eternas para nadie 
La razón de algún sentido 
La imaginación desbocada 
El alma de la historia 
El vértigo de la náusea

El búho de Minerva levanta vuelo al anochecer

Sí. Cuando ya los años y el mañana apenas alcanzan 
y son pocos los instantes de fiesta

resta esperar como si hubiese algo firme 
una revelación/ una renuncia/ un extravío

un ir ascendiendo hacia la cima
donde no hay conclusión ni motivos aparentes

Esa realidad te hiere y te muestra vulnerable 
pero en tu pulsión profunda la sostienes:
El ser por naturaleza desea conocer”

Vas escalando alto
más alto, expandiéndote
desbordando y a su vez, desbordado

De nuevo al concentrarte encuentras otra idea distinta 
otro incentivo

¿Hasta qué altura te atreverás a subir para observar?
¿ Qué borrascas te acechan ?
¿ Qué desalientos?




El búho de Minerva levanta vuelo al atardecer

Recordá con júbilo al jardín de los jazmines

Gratitud por los momentos magníficos que fueron 
           cuerpos espléndidos 
           contornos y dunas del deseo

Tomábamos té de menta y manzanilla 
Comíamos cerezas y dátiles para festejar 
Había sandías paltas duraznos chocolates

Fuimos amantes leopardos sudando en una cama

Almohadas y alfombras 
Memorias y promesas 
Mística y marihuana 
Licor de anís y lemoncello

Celebrá así, escribir porque sí 
Enlazá el ánimo a la escritura 
Sea tu catarsis savia nutriente

Barriletes verdes
Meteoritos amarillos entre átomos y estrellas

La mente gira como una calesita 
con visiones que titilan
¿Son fósforos de neón en un parque de diversiones?

Bendecí esa ebullición de absoluto

A beber el champagne de los chimpancés 
El cóctel de los arlequines

(Del libro homónimo, 
Mascarón de proa, 2025,
Envío del autor)
Alfredo Lemon



Alfredo Lemon nació en Córdoba, Argentina, en 1960. Publicó:  Eclipses, arritmias y paranoias (1983), Cuerpo amanecido (1988),Humanidad hecha de palabras (1991), Sobre el cristal del papel (2004), 23  (2023). Se recibió de Abogado y ejerció como Profesor Universitario. Fue miembro del Ateneo Filosófico de Nueva Córdoba. Colaboró en el suplemento cultural de La Voz del Interior (1990/2000). Por su libro de ensayos: El mono metafísico obtuvo el Premio Asociación de Escritores Argentinos en 1991.Algunos de sus poemas han sido traducidos al inglés, italiano, catalán y francés. Actualmente colabora en medios literarios del país y el extranjero.



miércoles, 23 de abril de 2025

ENCAMINO


Philco


En la noche solitaria
mi heladera 
hace ruido.

No me quejo si pienso
que el silencio 
         alguna vez
               y eternamente 
 habrá de acompañarme.



Casiadiós

No es dolor:
es autocompasión y despedida.

Se acaba mi presente y no hay futuro:
mis amigos se han marchado
o ya no escuchan,
el silencio es respuesta perentoria
a todas mis preguntas infantiles,
—las de siempre—.

Son dos años o algunos más
los que no tengo
que quizás 
me queden por vivir en solitario.

Soledad, 
¿te lo digo?:
a pesar de serlo me acompañas.



Soledad
 
Hoy me he sentido solo,
otra vez,
por no tener con quién compartir
y disimular
lo absurdo de esta vida;
por no sentir curiosidad sino angustia
de lo que hay
de lo que está por venir,
y de que en mí habite solo la nostalgia.

Además,
no quisiera morirme solo
y en un lecho distinto al de mi cama.
Quisiera cerrar mis ojos con alivio
y un suspiro,
apoyada mi nuca en una almohada,
mi cuerpo laxo y ya ausente
salvo mis manos: 
las quiero vivas,
unidas y entrelazadas
con otras manos
(todas las manos queridas)
que me ayuden a cruzar
si hiciera falta.

(Del libro homónimo,
Barnacle, 2025,
Envío de Alberto Cisnero)
Daniel Vaca Narvaja


Daniel Vaca Narvaja (Córdoba, Argentina), Produce y dirige en el SIESE Manuel Ugarte los documentales AMEROIBERICA I y II, “Bolivia” y “De Bolívar a Chávez”.Publica: “Warcalde y después” (Barnacle 2023). En la actualidad cultiva nogales en una pequeña plantación del Norte cordobés.



 

lunes, 21 de abril de 2025

EL PARAÍSO

 


QUISIERA DECIRTE CADA DÍA ESTO ES TODO 
mirarse sonreír comer con dulzura 
tantear la temperatura la flexibilidad del pasto entre las
    manos
alarmarse con la inquietud de las hormigas
no ir más allá del ligero escalofrío
de la nube que pasa y se roba un poco de calor
cantar decir poemas dormir un rato
juntos o separados
empezar de nuevo

pero fuimos expulsados del paraíso




CON LOS AÑOS VAS A QUERER OTRA COSA Y MI CUERPO 
va a ir envejeciendo
voy a tener que estar feliz de que no quieras 
mis brazos
porque la espalda va a ser una carga 
el dolor la moneda viviente del cuerpo 
cada paso cada inclinación
una muestra de que estoy viva y de que a medida 
que los años pasan 
cada vez más 
nos expulsan del paraíso



Y VAS A QUERER OTROS BRAZOS Y NO PUEDO
sino desear que los encuentres buenos
que se demoren en vos
alojen tu cabeza acaricien tu pelo te rodeen
sean
para tu corazón 
el mundo entero
y que cuando alguna vez te falten
porque todo hay que decirlo aunque no queramos
alguna vez van a faltar (fuimos expulsados del paraíso)
esos brazos como un nido de calor y amor
ya sean parte
de tu cuerpo mismo



ENTONCES SUPE LO QUE ES EL PARAÍSO Y TAMBIÉN 
   SUPE
que algún día
íbamos a ser expulsados
por la ley misma de esos soles y esas lunas
las aguas y sus mareas
sucediéndose en los instantes y los días
los planetas en sus giros
las plantas y las flores los animales
en sus ciclos
tus células multiplicándose y las mías
envejeciendo y así
entonces salimos de común acuerdo
al rescate del instante
a la vida efímera y su gracia
a la felicidad absoluta
a habitar
nosotros y de común y tácito acuerdo 
ese paraíso



PORQUE ERA ESO LO QUE HABÍA DEL OTRO LADO 
lo que siempre hubo desde el inicio 
de la expulsión del paraíso 
un estado de carencia 
a perpetuidad
el movimiento del deseo el esfuerzo 
del cuerpo del entendimiento 
del alma
por alcanzar lo que se aleja?
era lo múltiple estallando hasta hacerse nada o uno 
los colores mezclados en un gris o marrón indefinido 
era la separación de los cuerpos sin bordes para rozar 
era 
la expulsión de lo íntimo a favor 
de esta mesa esta silla este papel 
en que te escribo?



PERO VAMOS A RESISTIR 
lo sé
vamos a mantener siempre en alto 
la realidad azul de nuestra estancia 
en el paraíso
el recuerdo de un tiempo sin lenguaje 
sin órganos ni miembros el recuerdo 
musical físico dulcísimo 
de las excursiones por ultramar 
ultracielo ultratierra 
ultramor
de nuestras vidas anteriores



PORQUE ÉSE ES EL PRINCIPIO Y EL FIN DE TODO
fin no como lo que se termina sino como finalidad
ésa es la idea del reencuentro
con otra dimensión que nos trascienda
ni alma ni cuerpo
ni tierra ni cielo
ni vos no yo
sino todo ahí
como un sentido vacío y pleno 
como una unión de todo en el latido 
el fluido la respiración 
el ritmo de lo que da certeza 
a nuestra forma de estar acá 
y hacer el paraíso


SI NO HUBIERA SIDO DESDE SIEMPRE SINO ESO
una canción una musiquita
un golpe o ritmo que insiste
inscribe un pulso en la memoria
en el cuerpo en la sangre en la mente o alma
dice un sí infinito
acá estoy esto soy
la vida que no cesa?


EL MAR QUE CAMBIA DE COLOR EL CIELO 
en sucesiones irisadas 
las volutas de olas y espuma 
caracoles enteros y en fragmentos 
mar verde cielo azul
hipocampo que se deja ir y venir con la marea 
cerca de la piedra 
nubes en viaje 
cintas de luz
el viento que hace sonar la tarde 
entre los árboles frondosos y esparce 
el perfume de los pinos 
el pan la leche la miel de tu sonrisa 
una siesta de verano 
es el paraíso

(Del libro homónimo,
Caleta Olivia, 2024)

Anahí Mallol


Anahí Mallol ( La Plata, 1968). Poeta, traductora y ensayista argentina. Publicó los libros de poemas: Postdata (Siesta, 1998), Polaroid (Siesta, 2001), Óleo sobre lienzo (UNLP, 2004), Zoo (Paradiso, 2009), Querida Alicia (La Sofía, 2011), como un iceberg (Paradiso, 2013), una ciudad (Pulqui, 2016), Piedras (Prebanda, 2018); Diario de la cárcel (Eloísa cartonera, 2020), Tanto hielo cobijó este fuego (Nebliplateada, 2022), Historias de amor no (bajo la luna, 2022), Polaroid (reed) (Vox/Lux 2022). Publicó dos libros de ensayos sobre poetas argentinos, El poema y su doble, (Simurg, 2003) que recibió el primer premio de la Fundación Antorchas, y La poesía argentina entre dos siglos: 1990-2010. Hacia una nueva lírica (UNLP, 2016).



sábado, 19 de abril de 2025

TREINTA Y SEIS GRADOS


Treinta y seis grados


La he perdido
Irremediablemente
Mis intentos han sido insignificantes
Tardíos
Inútiles
Me engaño a mí mismo con los refugios de ventura
Las pequeñas chozas
Los ranchos transparentes, las casitas de cartón
Y las enramadas de todo tipo y de todas las etnias


Pusimos una lámpara de camisa incandescente
En el espacio que está detrás del rancho
(Que fue jardín cuando mi madre se ocupaba
De sus plantas con flores y de los frutales)
Una de esas lámparas de alcohol o kerosene
Que usábamos años atrás en el campo
Y que se siguen usando


A Federica le llamaron inmediatamente la atención
Las mariposas nocturnas
Para mí, habían sido hasta esa noche
Solo una molestia más
Como, por otra parte, la infinidad de insectos
Que asolan las pampas
(Digamos que de “las nubes de langostas”
Ya mi generación pensaba haberse librado
¿Qué terribles consecuencias traerá esto?
No lo sabemos)
Darwin describe en un pasaje de sus crónicas


Una enorme bandada volando sin interrupción
Durante varias horas a diez millas de la costa sudamericana
En la que, según él, era imposible (incluso con el catalejo)
Encontrar un trozo de cielo abierto
Entre el aleteo tambaleante de las mariposas


¡Tenemos aún las mariposas!
Que acudieron en masa al entorno de la luz
Describiendo miles de curvas, espirales
Y rizos de sombras coloreadas
Con pericia de entomóloga, Federica
Extendió una gran sábana blanca bajo la lámpara
Donde iban a posarse por un momento
(O simplemente caían agotadas)
Cientos de mariposas


La mayoría era de un color básico sencillo
Y mostraban al agitar las alas
Líneas transversales u onduladas
Manchas en forma de luna apenas naciente
Pecas, flecos, franjas en zigzag
Y nervaduras de colores inimaginables...
Verde seco mezclado con azul
Alazán y azafrán
El amarillo arcilloso que aflora
Bajo el blanco satinado
Y un extraño brillo metálico, como de latón
Salpicado de oro pulverizado


De día duermen, están como muertas
Deben saltar por el suelo como un "Piper"
Antes de levantar el vuelo
La temperatura de su cuerpo es entonces
De treinta y seis grados



Como la de los mamíferos, los delfines
Y los atunes, cuando van a gran velocidad...
¡Treinta y seis grados!
¡Una especie de umbral mágico!
Todos los males del hombre
Están relacionados de algún modo
Con la desviación de esa norma
Y con el estado ligeramente febril
En que continuamente nos encontramos...

Ella amaba, sobre todo
Las estelas de luz
Las huellas o los fantasmas
Que dejaban los insectos detrás de sí
Tras brillar una fracción de segundo...
Ese relampaguear de lo irreal en lo real
Y determinados efectos que se proyectaban en el follaje
(O en los ojos de la persona amada)


A veces, al ver una de esas polillas
Que vienen a morir en mi casa
Pienso en qué clase de miedo y de dolor sienten
En el momento en que se extravían...
En mi extravío
Yo me he sentido más de una vez
Una falena azul en el último trance
Agarradita a la vida con toda la fuerza de mis uñas
Como aquella noche a la tela de lino
En la que Federica me observaba
Mientras mi cuerpo transido de amor
Comenzaba a paralizarse


Entonces, todas las formas y colores
Se disolvían en una neblina perlada
En la que no había contrastes ni graduaciones
Solo transiciones fluidas
Con pulsaciones de luz
Que reflejada en sus ojos
Me transmitían una especie de sensación de eternidad
O aceptación
O alma
Un alma tan llena de almas
Que parecía una nube palpitante
De luz multicolor



Eduardo Magoo Nico




Eduardo Magoo Nico nació en 1956, en Lomas de Zamora, Provincia de Buenos Aires, Argentina. Fundador junto a Roberto Barandalla del TIC (Taller de Investigaciones Cinematográficas) bajo la dictadura militar genocida, junto con el cual participa del legendario festival “Alterarte” en San Pablo, Brasil (1981). Publicó en Argentina su primer libro de poemas, “La Polaca” (Edic. Cronopio Azul, 1995), el relato “Resurrección”, en el diario Perfil de Buenos Aires (6/1/2008), y el libro de poemas “Puros por Cruza” (Ed. El fin de la noche, 2011).En Italia ha publicado la fotonovela “Escuela de Sirenas” en el suplemento semanal del diario Il Manifesto (Alias - 9/02/2002). En 2011 es convocado por el Museo Nacional y Centro de Arte Reina Sofía de Madrid, para la muestra colectiva “Perder la forma humana. Una imagen sísmica de los años ochenta en América Latina”, curada por Ana Longoni. Edita desde el 2005 su propio blog literario en la Web, “Se escribe: Magoo” (http://magoolefou.blogspot.com/). Su penùltimo poemario, “Servidumbres” ha sido publicado por La Cartonera Edizioni, Roma, 2023). "Treinta y seis grados" es su último libro" (La Cartonera Edizioni, Roma, 2024)




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